domingo, 5 de diciembre de 2010

Celebración y recapitulación.

Creo que rompí un récord: nunca antes había pasado más de un mes entre dos posteos. Cuestiones de tiempo y de poca claridad de ideas. Sin embargo eso cambió ahora que finalizó el ciclo lectivo (me refiero a la cuestión del tiempo, claro está); y llego a tiempo para celebrar el segundo aniversario de Apocrifasia.
Cuando inicié este espacio a fines del 2008, me definí en mi perfil (todavía puede leerse) como "escéptico de la ciencia y occidente". Sin embargo, en el último año, lecturas pro científicas (Popper, Lakatos y Bourdieu principalmente) y otras más críticas de la ciencia (Kuhn y Feyerabend) me han hecho reflexionar sobre el torpe escepticismo que manifestaba al inaugurar el blog.
Torpeza que residía en el enunciado principal de tal postura: "me declaro escéptico de que la Ciencia pueda alcanzar y brindar un conocimiento objetivo acerca de las cosas". Escepticismo trivial, ya ni siquiera los científicos creen eso; sólo la epistemología de masas, mantenida por los Licenciados en Comunicación Social (léase periodistas) cree en eso al mismo tiempo que unifica lo obvio con lo real. (NOTA: No voy a dar ahora las razones de esta afirmación sobre el carácter no-objetivo del conocimiento científico. Sin embargo esto puede justificarse parcialmente a partir del enfoque falsacionista de Popper, el progresista de Lakatos, y más firmemente con la postura histórica y sociológica de Kuhn y, por supuesto en la anarquista/dadaísta de Feyerabend. Recomiendo que los lean, no recurran a resúmenes ni comentarios. Si otros se los cuenta, se perderían unas lecturas muy placenteras. Todos ellos fueron intelectuales con ideas muy firmes y claras -firmeza y claridad que rara vez encontré cuando leía a los estéticos, ontológicos, y hermeneutas- y con prosas muy irónicas).
Sin embargo, lo más importante y lo que me cambió "el chip" en la cabeza, fue ver que tal pretensión de objetividad en el conocimiento de la realidad, puede abandonarse sin que ello convierta en un sinsentido la investigación científica. La noción de "modelo" (que no es nueva), como una explicación parcial que da cuenta de algunas cosas reales e ignora deliberadamente otras, dota de un carácter más pragmático a las soluciones que la Ciencia brinda a sus problemas. Y de esta forma, al afirmar que la actividad científica tiene como objetivo construír "modelos", se evapora el carácter objetivista que yo utilizaba como principal argumento para igualar a la Ciencia con cualquier otra ideología. Si bien dudo que la Ciencia esté en un puesto más alto que la ideología (ver Feyerabend), si tiene importantes diferencias que no saltan a primera vista peor que son fundamentales, y que justifican optar por ella en ciertas situaciones (ver futuras entradas).
Recapitulando: sigo siendo escéptico de la Ciencia en los mismos términos que en los albores de este blog, pero lo que yo creí que era una reflexión sesuda, desafiante y luminosa (y así lo era en el siglo XIX) terminó siendo una trivialidad epistemológica en el siglo XX.

En cuanto a la frase "escéptico de Occidente" cada vez dudo más de poder darle un significado concreto.





Odiseo Blabla

2 escritos apócrifos:

Luciano Rè dijo...

Al fin amigo Odiseo! Te estaba extrañando ya! Buena, buena entrada.

Lubi Moreno dijo...

seré curioso: escéptico me acuerdo, pero ¿qué era occidente? ¿existe eso todavía?


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