sábado, 20 de febrero de 2010

Un defensa improvisada...

Es bastante colgado lo que escribo, pero hoy estaba ojeando los post antiguos de mi blog y encontré este: La Tración de Nagaru Tanigawa y encontré tres cometarios señalándome un error en la tesis que mantenía.
Lo que decía yo es que la serie muestra tres versiones de los que Haruhi Suzumiya es: para el mago (Kohizumi) Haruhi es un dios; para la viajera en el tiempo (Mikuru), es una barrera temporal; para la extraterrestre (Nagato) Haruhi es una forma de auto evolución por datos. Durante la serie no se sabe que es en realidad Suzumiya Haruhi. Sin embargo, al final de la primera temporada, se impone la visión del"mago", y Haruhi deja de ser una persistencia en los tres relatos y se cosifica: un relato se impone sobre los otros.
Lo que me señalaban era que en ningún momento de la serie se dice que Haruhi es dios; pero coinciden parcialmente conmigo en que saber lo que efectivamente es Suzumiya Haurhi es un punto fundamental de la serie. Mi divorcio con ellos ocurre al considerar que si realmente se termina sabiendo o no. Según ellos, nunca se sabe en realidad que es Suzumiya... Yo puedo compartir esa afirmación, pero lo que señalo (y creo que lo hice difusamente en el primer post) es que una de las explicaciones prima sobre las otras, al menos en la serie.
La explicación de Koizumi resulta corroborada, por contraposición a la de los otros personajes. Esto no excluye de manera tajante al resto de los relatos, pero impone una primacía de una mirada de las cosas (de la cosa en cuestión: Suzumiya Haruhi).
Sólo he visto la serie (por eso sólo hablo de anime), no he leído las novelas. En la serie, en la primera temporada, la mirada que resulta privilegiada es la de Koizumi, que se verifica. Las otras, sólo se proponen. Suzumiya termina siendo una cosa: el creador de esos "espacios sellados" en los que al Agencia combate... En el capítulo «Suzumiya Haruhi no Yūutsu VI» se confirma que la versión de Koizumi es verdadera. Ahora Suzumiya ya no es un gran signo de interrogación: es, al menos, una de las cosas que se decía de ella... solo resta ver si es también el resto de las cosas que se especulan sobre ella.
Al primar un relato sobre otros, ya entra en juego la lógica verdadero/falso. Hay una teoría que es verdadera, ahora sólo queda ver el valor de verdad de las otras...



Odiseo Blabla



lunes, 15 de febrero de 2010

Un enojo berreta...

Hoy me enojé, estaba en una verdulería y escuché a una señora que dice, mirando los precios de las verduras, "se van a quejar cuando vuelvan los militares, pero así no se puede vivir". Dicho esto, la verdulera empezó a quejarse del precio de la carne vacuna (la carne que aumenta es la vacuna), y la otra señora acotó "yo ya estoy cansada de comer pollo" y siguió quejándose...
Yo podría discutirle, y señalarle que lo que aumenta desmesuradamente son los alimentos, pero no los insumos eléctricos, ni la nafta, ni la ropa, ni los juguetes, auqnue todo eso esté caro, no aumenta desmesuradamente. ¿porque será que lo que aumenta es el rubro alimenticio? ¿porque hay más consumo, y no aumenta la oferta?¿porque hay un exedente de la masa monetaria?¿porque hay una puja distributiva?¿porque hay menos producción de carne frente a comoditys más rentables?¿porque hay una cadena interminable de intermediarios entre el productor y el consumidor final que produce demasiado valor agregado?¿o tendrá que ver con la inflación a nivel mundial?¿o tendrá que ver con que el año pasado en diceimbre se exportaron 500000 toneladas más de carne?
Para la señora, es más fácil decir que la culpa está "por allá", cercana al gobierno, y alguna de las cosas secretas que harán cuando mientras los ciudadanos decentes dormimos fatigados luego de un día en la jungla inflacionaria... lo que realmente me molesta, no es que es que la señora esté en contra del gobierno (tiene muchos buenos argumentos para estarlo), pero lo hace desde la acusación automática de la culpa a otros, desde la repetición de lo mediático, y lo que es peor, desde la saciedad. "Yo ya estoy cansada de comer pollo". Me parecía una queja desde el capricho, y no desde la necesidad. Desde una situación problematizada y no desde
un problema real .En definitiva, una típica queja de clase media...


Odiseo Blabla

martes, 2 de febrero de 2010

¿......? (hace calor como para pensar un buen título)

Anoche vi el programa, mejor dicho, el amado, cuestionado, denigrado, simpático programa 6,7,8; para mi sorpresa había una visita que hacía rato que deseaba ver: la de Ricardo Forster. Para los que no sepan quien es ese tipo, Ricardo Forster es un filósofo argentino, que ha escrito bastante sobre Walter Benjamin; también es investigador y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y Distinguished Professor de la Universidad de Maryland; y, en menor medida es uno de los llamados "intelectuales K" (es uno de los fundadores del grupo carta abierta).
Bueno, mientras veía el programa, me encantaba ver como este pensador analizaba la realidad argentina viendo en que forma se reconstruía el lenguaje y el discurso político y usando otras frases muy sustanciosas que en este momento no recuerdo.
Pero lo mejor no fue eso, lo mejor fue tener en ese programa un método de pensamiento diferente de esta moda actual de análisis de "demonización al de enfrente".
En los medios argentinos, parece que la inercia mental ha llevado a que el análisis de toda forma de actividad política, consista en ver en que forma el enunciatario político se encarga de demonizar al otro, a su rival. Se ha hecho creer que la marca actual de los discursos políticos es el enfrentamiento indeclinable con el que piensa diferente. Se ha banalizado y rebajado el análisis discursivo a simplemente poder reconocer en un enunciado la oposición Yo/Otro.
Ver a Forster analizar las cosas desde las mutaciones que dan lugar en el lenguaje político fue un poco de aire fresco...

Les dejo una frase de la Segunda Carta Abierta, que a algunos le parecen un trabalenguas, pero que a mi me encanta (fue escrito durante la discusión por la Ley de Servicios Audiovisuales)

Es que las empresas mediáticas se han erigido en los auténticos representantes del pueblo, bajo la excusa de la evidente crisis de fondo que padecen los partidos políticos en Argentina (como en buena parte de Occidente). Es un pretexto engañoso: en su ejercicio, los grandes medios coadyuvan a la agonía de las organizaciones partidarias a cuya suplencia, supuestamente, concurren solidarios. El mecanismo es simple: los grandes medios dicen darles espacio a todas las voces (a todas las voces que invitan, claro), y por carácter transitivo aparecen como depositarios de la soberanía. Desde tan inmaculado lugar, juzgan a gobiernos, a parlamentos, a jueces, absorben la sabiduría de los expertos y las emociones de los sufrientes, diseñan los sueños de la audiencia sin pretensiones para luego acompañarla y premiarla, denuncian delitos, testimonian crímenes, editorializan sobre cualquier sector, compran o fabrican prestigios para más tarde re-venderlos, mientras recurren a los golpes fáciles y a la repetición infinita de sí mismos para lidiar en el mercado del rating y concluir presumiendo que, a ellos, “la gente los elige todos los días” en una suerte de comicios “más directos” que aquellos donde concurren cada dos años las fuerzas partidarias y la ciudadanía.

Bueno, los dejo, sigo buscando por mi cuenta un poco más de aire fresco...




Odiseo Blabla/Ulises

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