(Con SA abreviamos Sociedad Abierta , y las citas son del libro La Sociedad Abierta y Sus Enemigos (LSA))
Retomemos desde donde habíamos dejado: desde Karl Popper señalando que el marxismo, por su raíz hegeliana había inducido a cierta interpretación en sus principales lectores, y esto acarreó consecuencias prácticas poco felices por parte de los marxistas (especialmente los soviéticos y los demócratas sociales de Alemania).
Retomemos desde donde habíamos dejado: desde Karl Popper señalando que el marxismo, por su raíz hegeliana había inducido a cierta interpretación en sus principales lectores, y esto acarreó consecuencias prácticas poco felices por parte de los marxistas (especialmente los soviéticos y los demócratas sociales de Alemania).
Pero este señalamiento de Popper hacia lo “fatídico del elemento hegeliano” no se reduce solamente a la cuestión marxista. La implicación totalitaria que Popper cree reconocer en Hegel es lo que guía casi toda su crítica a este pensador alemán: (pg. 251) “Casi todas las ideas más importantes del totalitarismo moderno están heredadas directamente de Hegel”.
Y uno de los argumentos que se da en el libro para ejemplificar el argumento anterior es la cuestión de los otros intérpretes de Hegel (aparte de Marx). En la sección V del capítulo 12, Popper señala lo que a su criterio son las influencias de Hegel en el pensamiento totalitario. Y lo cierto, es que el filósofo austríaco logra paralelismos (sólo paralelismos) muy claros entre los pensadores racistas y totalitarios y Hegel.
Veamos el ejemplo que más me llamó la atención: (pg. 251) “El elemento científico del racismo puede remontarse a Haenckel (…) la fórmula del racismo moderno es (…) Hegel + Haenckel (…) El racismo sustituye el “Espíritu” de Hegel por algo material, el concepto biológico de sangre o raza. Ya no es el “Espíritu” si no la Sangre la esencia autopropulsada (…) Ya no es el “Espíritu” de una Nación lo que determina su destino, sino su sangre.”
Aunque, como mencionamos, Popper consigue establecer claros paralelismo entre los pensadores autoritarios (como Haenckel, Freyer, Haiser, Kauffmann, Max Scheller), y aunque consigue mostrar de forma concluyente esos paralelismos, ellos no alcanzan para mostrarlos como intérpretes de Hegel. Aún con todos esos paralelismos, no es posible deducir de ellos que Hegel es la fuente del totalitarismo de dicho pensadores (aún en el caso mismo de que esos personajes efectivamente fuesen seguidores de Hegel).
Pero por un momento supongamos que efectivamente esos pensadores totalitarios listados arriba eran intérpretes de Hegel y retomemos los problemas causados por la primacía del historicismo en el sistema de Marx: en ambos casos los desmanes provocados por ellos tenían su raíz en Hegel, eran consecuencia de los principios hegelianos de los que partían. Retomemos la pregunta que hicimos en el caso de Marx y reformulémosla ¿Cual es el mecanismo mediante el cual unos principios derivan en una interpretación específica?
A partir de esta pregunta y teniendo en cuenta los puntos señalados anteriormente, podemos finalmente enunciar un poco más explícitamente la postura hermenéutica que dijimos que Popper mantenía.
Hace algún tiempo, nos preguntábamos aquí si las consecuencias de una ideología o sistema de pensamiento, se hallaban más o menos unívocamente determinadas en la axiología del sistema, en los principios de los que partía.
A la luz del tratamiento que estuvimos viendo que Popper realiza de Hegel y Marx, sugiero que en el caso particular de esas ideologías, Popper daría una respuesta afirmativa a la cuestión arriba señalada sobre una ideología y su axiología; y eso constituye lo que denominábamos “postura hermenéutica” de Karl Popper: el fin práctico del hegelianismo y el marxismo se halla más o menos determinado en sus principios. Los resultados prácticos de los sistemas de Hegel y de Marx son frutos directos de los principios de lo que partían (colectivismo, historicismo, esencialismo).
En este caso ¿resulta posible juzgar en particular a Hegel por lo que hicieron sus intérpretes? Para Popper si, y acusar a Hegel por causa de sus intérpretes es la vía recorrida por Karl Popper en su análisis del filósofo de Jena. Hegel es culpable porque (según Popper) sus intérpretes no hicieron más que llevar hasta sus consecuencias prácticas aquello que Hegel planteaba. ¿Pero Hegel era consciente de lo que estaba cimentando?
Evidentemente, para sostener de forma coherente la tesis de la responsabilidad de Hegel (que es la asumida por Popper en LSA), se necesita un Hegel consciente de la avalancha que estaba iniciando. Si así no fuese, Hegel y el devenir de sus ideas no serían más que un eslabón en una arbitraria cadena de causas y efectos.
Esta necesidad de un Hegel comprendiendo (al menos en esencia) el devenir que sus ideas tendrían, Popper la resuelve postulando que (pg. 225) “la tarea de Hegel consistió en dedicar estos pensamientos y métodos prestados (de sus antecesores), con un criterio unitario si bien carente del menor brillo, a un solo objetivo: luchar contra la Sociedad Abierta.”
Ahora bien, una oposición intencional de Hegel hacia la Sociedad Abierta, nuevamente, sólo puede sostenerse si Hegel entendía a la SA tal como lo hacemos hoy. El concepto de SA debería tener cierta invariancia histórica. Y Karl Popper asume que la tiene.
Y creo que sobre esto descansa en esencia toda la crítica de Popper hacia Hegel (en menor medida hacia Platón y Marx) a) en suponer la “postura hermenéutica” de que los fines prácticos de una ideología se encuentran inducidos y más o menos determinados en los principios de dicha ideología, b) y en postular cierta ahistoricidad de la idea de la SA.
Y esta ahistoricidad de la idea de SA, fue asumida por Karl Popper desde el momento en que utilizó una visión antinómica de la historia: La Sociedad Abierta vs. La Sociedad Cerrada. Y sobre esa visión antinómica tratará el próximo post...
Y uno de los argumentos que se da en el libro para ejemplificar el argumento anterior es la cuestión de los otros intérpretes de Hegel (aparte de Marx). En la sección V del capítulo 12, Popper señala lo que a su criterio son las influencias de Hegel en el pensamiento totalitario. Y lo cierto, es que el filósofo austríaco logra paralelismos (sólo paralelismos) muy claros entre los pensadores racistas y totalitarios y Hegel.
Veamos el ejemplo que más me llamó la atención: (pg. 251) “El elemento científico del racismo puede remontarse a Haenckel (…) la fórmula del racismo moderno es (…) Hegel + Haenckel (…) El racismo sustituye el “Espíritu” de Hegel por algo material, el concepto biológico de sangre o raza. Ya no es el “Espíritu” si no la Sangre la esencia autopropulsada (…) Ya no es el “Espíritu” de una Nación lo que determina su destino, sino su sangre.”
Aunque, como mencionamos, Popper consigue establecer claros paralelismo entre los pensadores autoritarios (como Haenckel, Freyer, Haiser, Kauffmann, Max Scheller), y aunque consigue mostrar de forma concluyente esos paralelismos, ellos no alcanzan para mostrarlos como intérpretes de Hegel. Aún con todos esos paralelismos, no es posible deducir de ellos que Hegel es la fuente del totalitarismo de dicho pensadores (aún en el caso mismo de que esos personajes efectivamente fuesen seguidores de Hegel).
Pero por un momento supongamos que efectivamente esos pensadores totalitarios listados arriba eran intérpretes de Hegel y retomemos los problemas causados por la primacía del historicismo en el sistema de Marx: en ambos casos los desmanes provocados por ellos tenían su raíz en Hegel, eran consecuencia de los principios hegelianos de los que partían. Retomemos la pregunta que hicimos en el caso de Marx y reformulémosla ¿Cual es el mecanismo mediante el cual unos principios derivan en una interpretación específica?
A partir de esta pregunta y teniendo en cuenta los puntos señalados anteriormente, podemos finalmente enunciar un poco más explícitamente la postura hermenéutica que dijimos que Popper mantenía.
Hace algún tiempo, nos preguntábamos aquí si las consecuencias de una ideología o sistema de pensamiento, se hallaban más o menos unívocamente determinadas en la axiología del sistema, en los principios de los que partía.
A la luz del tratamiento que estuvimos viendo que Popper realiza de Hegel y Marx, sugiero que en el caso particular de esas ideologías, Popper daría una respuesta afirmativa a la cuestión arriba señalada sobre una ideología y su axiología; y eso constituye lo que denominábamos “postura hermenéutica” de Karl Popper: el fin práctico del hegelianismo y el marxismo se halla más o menos determinado en sus principios. Los resultados prácticos de los sistemas de Hegel y de Marx son frutos directos de los principios de lo que partían (colectivismo, historicismo, esencialismo).
En este caso ¿resulta posible juzgar en particular a Hegel por lo que hicieron sus intérpretes? Para Popper si, y acusar a Hegel por causa de sus intérpretes es la vía recorrida por Karl Popper en su análisis del filósofo de Jena. Hegel es culpable porque (según Popper) sus intérpretes no hicieron más que llevar hasta sus consecuencias prácticas aquello que Hegel planteaba. ¿Pero Hegel era consciente de lo que estaba cimentando?
Evidentemente, para sostener de forma coherente la tesis de la responsabilidad de Hegel (que es la asumida por Popper en LSA), se necesita un Hegel consciente de la avalancha que estaba iniciando. Si así no fuese, Hegel y el devenir de sus ideas no serían más que un eslabón en una arbitraria cadena de causas y efectos.
Esta necesidad de un Hegel comprendiendo (al menos en esencia) el devenir que sus ideas tendrían, Popper la resuelve postulando que (pg. 225) “la tarea de Hegel consistió en dedicar estos pensamientos y métodos prestados (de sus antecesores), con un criterio unitario si bien carente del menor brillo, a un solo objetivo: luchar contra la Sociedad Abierta.”
Ahora bien, una oposición intencional de Hegel hacia la Sociedad Abierta, nuevamente, sólo puede sostenerse si Hegel entendía a la SA tal como lo hacemos hoy. El concepto de SA debería tener cierta invariancia histórica. Y Karl Popper asume que la tiene.
Y creo que sobre esto descansa en esencia toda la crítica de Popper hacia Hegel (en menor medida hacia Platón y Marx) a) en suponer la “postura hermenéutica” de que los fines prácticos de una ideología se encuentran inducidos y más o menos determinados en los principios de dicha ideología, b) y en postular cierta ahistoricidad de la idea de la SA.
Y esta ahistoricidad de la idea de SA, fue asumida por Karl Popper desde el momento en que utilizó una visión antinómica de la historia: La Sociedad Abierta vs. La Sociedad Cerrada. Y sobre esa visión antinómica tratará el próximo post...
Pd. Me gustaría aclarar la cuestión de cómo Popper responsabiliza a Hegel: todo el que leyó LSA sabe que el austríaco menciona a Hegel como un "charlatan", "oscurantista", "mentiroso" y "servil a la monarquía". La verdad es que no puedo dar una cita concreta de la acusación. Pero considero (y creo que entre los popperianos y los hegelianos no hallaré oposición) que en base a la ahistoricidad que Popper atribuye a la ideas de razón, libertad y Sociedad Abierta, este nos presenta un retrato de Platón y Hegel como intencionadamente totalitarios en los términos en que hoy entendemos el concepto. ¿Alcanza eso para sostener mi imagen de un Popper acusando a Hegel en los términos mencionados en el artículo de arriba? Creo que más que confirmar la sospecha, lo anterior no lo descarta: es más, tiende a darle un alto grado de probabilidad; aunque, repito, no alcanza a demostrarlo. El último argumento que me permito dar para sostener la tesis del "Popper acusador" es el siguiente razonamiento: si Popper no veía a Hegel como alguien consiente (y con plena culpabilidad) del devenir de sus ideas, Hegel no sería peligroso. Si Hegel no hubiese sido pro totalitario, mejor dicho, si Hegel no hubiese pensado sus ideas con fines totalitarios y anti igualitarios, el devenir de sus ideas no sería algo más que causal. En este caso Popper tendría que haberse dedicado a criticar más a los intérpretes que tomaron las ideas de Hegel que a hegel mismo. La atención (quizás desmesurada) de Popper hacia Hegel me hace pensar mucho en un Karl Popper concibiendo un Hegel conciente del "totalitarismo ideológico" que estaba desencadenando.
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