Desde abril del 2008, la situación argentina se ha ido crispando (por usar la palabra de moda), las personas casi todas están en contra del gobierno. La presidente recibe títulos como "la vieja", "la mechuda", "la p...", etc.
Y las personas no pueden escuchar un argumento a favor del gobierno sin llamar al que lo enuncia "oficialista", "peronista" o "kirchnerista"... este estado crispado de las cosas lleva a que cualquier palabra a favor o en contra del gobierno te encasille en uno de los extremos. Y lo que es peor, cuando das un argumento a favor, te sentís llevado por toda una situación a seguir argumentando a favor. Y cuando hablas en contra, también hay un impulso social que te lleva a seguir hablando en contra...
Y este impulso es cada día más fuerte: la crispación (entendiéndola como el impulso del status quo que te lleva a permanecer en una línea) es cada día mayor.
En estos días, durante el debate en Argentina por una nueva ley de Servicios audiovisuales (para los que no saben, la actualmente vigente procede de la legislación de la última dictadura militar argentina; y ha permitido la creación de monopolios y multimedios; el Grupo Clarín es el multimedio que más se vería afectado si sale la nueva ley). Decía, en estos días durante el debate, en todos los medios salen personas escandalizadas por esta ley, a la que llaman Ley Chavista, Ley Mordaza, Ley K, etc.
Y desde los medios, han salidos MUCHAS personas que denostan este proyecto, y otras TANTAS que lo apoyan... en definitiva, en los medios se encuentran expresadas las dos posturas (si bien prevalece en cantidad la postura opositora a la ley).
Obviamente, todo esto tiende a aumentar la crispación reinante... de hecho, uno de los argumentos dichos en contra de la ley es que el gobierno no debería sacar la ley para evitar que se sigan "calentando los ánimos"...
Creo que el debate (y ahora entramos en mi tesis), añade un saludable granito de arena a la (nada saludable) crispación: la crispación epistemológica.
Las voces a favor y en contra dentro de los medios; y el hecho de que los medios del Grupo Clarín haga (mucha) propaganda y (muchos) programas en contra, mientras que el canal de el Estado haga (muchísima) publicidad a favor, han DEMOSTRADO de manera inequívoca que los medios manipulan la información a su favor.
Esto era indiscutible antes, y lo sigue siendo... pero el debate ha puesto omnipresentemente en el tapete que ninguna información de los medios es neutral ni "apegada a la verdad". Ya no basta con estar informado. Si es tan visible la manipulación actual de la información ¿que permite probar que no se ha manipulado antes? ¿Que me permite saber que no se seguirá manipulando la información?
Esto hace que la persona que mira la tele no sepa donde agarrarse diciendo "esto es la verdad". Antes esto no se discutía mucho, se pensaba que se manipulaba un poco la información pero no toda, con lo cual las cosas eran más o menos iguales. Según este enfoque, bastaba con mirar varios medios, sacar las discrepancias y obtener la verdad. El fundamento de que los medios daban "realidad objetiva" se ha ido al garete, dejándonos a la subjetividad como la única solución válida.
Pero las personas de la calle, sabemos, son duchas a la irrupción del la subjetividad en su vida. No pudiendo aferrarse a nada objetivo, sólo les queda la subjetividad.
Su sólida objetividad, su solida información mediática neutra se les ha desvanecido en el aire del debate...
No quieren la subjetividad, pero el si no aceptasen la subjetividad entrarían conceptos como anarquía, capital, la lucha de clases, entramado de poder, micro política, anatomo-poder, etc. cosas que causan más miedo que la subjetividad misma.
Por culpa de la ley K se inicia un debate que lleva al pobre hombre de la calle a quedar librado explícitamente al campo de la interpretación. ¿Cómo esperar que este hombre no se oponga? ¿Cómo no esperar que se crispe aún más? ¿Qué persona no se enoja con las cosas lo liberan a su subjetividad?
Y las personas no pueden escuchar un argumento a favor del gobierno sin llamar al que lo enuncia "oficialista", "peronista" o "kirchnerista"... este estado crispado de las cosas lleva a que cualquier palabra a favor o en contra del gobierno te encasille en uno de los extremos. Y lo que es peor, cuando das un argumento a favor, te sentís llevado por toda una situación a seguir argumentando a favor. Y cuando hablas en contra, también hay un impulso social que te lleva a seguir hablando en contra...
Y este impulso es cada día más fuerte: la crispación (entendiéndola como el impulso del status quo que te lleva a permanecer en una línea) es cada día mayor.
En estos días, durante el debate en Argentina por una nueva ley de Servicios audiovisuales (para los que no saben, la actualmente vigente procede de la legislación de la última dictadura militar argentina; y ha permitido la creación de monopolios y multimedios; el Grupo Clarín es el multimedio que más se vería afectado si sale la nueva ley). Decía, en estos días durante el debate, en todos los medios salen personas escandalizadas por esta ley, a la que llaman Ley Chavista, Ley Mordaza, Ley K, etc.
Y desde los medios, han salidos MUCHAS personas que denostan este proyecto, y otras TANTAS que lo apoyan... en definitiva, en los medios se encuentran expresadas las dos posturas (si bien prevalece en cantidad la postura opositora a la ley).
Obviamente, todo esto tiende a aumentar la crispación reinante... de hecho, uno de los argumentos dichos en contra de la ley es que el gobierno no debería sacar la ley para evitar que se sigan "calentando los ánimos"...
Creo que el debate (y ahora entramos en mi tesis), añade un saludable granito de arena a la (nada saludable) crispación: la crispación epistemológica.
Las voces a favor y en contra dentro de los medios; y el hecho de que los medios del Grupo Clarín haga (mucha) propaganda y (muchos) programas en contra, mientras que el canal de el Estado haga (muchísima) publicidad a favor, han DEMOSTRADO de manera inequívoca que los medios manipulan la información a su favor.
Esto era indiscutible antes, y lo sigue siendo... pero el debate ha puesto omnipresentemente en el tapete que ninguna información de los medios es neutral ni "apegada a la verdad". Ya no basta con estar informado. Si es tan visible la manipulación actual de la información ¿que permite probar que no se ha manipulado antes? ¿Que me permite saber que no se seguirá manipulando la información?
Esto hace que la persona que mira la tele no sepa donde agarrarse diciendo "esto es la verdad". Antes esto no se discutía mucho, se pensaba que se manipulaba un poco la información pero no toda, con lo cual las cosas eran más o menos iguales. Según este enfoque, bastaba con mirar varios medios, sacar las discrepancias y obtener la verdad. El fundamento de que los medios daban "realidad objetiva" se ha ido al garete, dejándonos a la subjetividad como la única solución válida.
Pero las personas de la calle, sabemos, son duchas a la irrupción del la subjetividad en su vida. No pudiendo aferrarse a nada objetivo, sólo les queda la subjetividad.
Su sólida objetividad, su solida información mediática neutra se les ha desvanecido en el aire del debate...
No quieren la subjetividad, pero el si no aceptasen la subjetividad entrarían conceptos como anarquía, capital, la lucha de clases, entramado de poder, micro política, anatomo-poder, etc. cosas que causan más miedo que la subjetividad misma.
Por culpa de la ley K se inicia un debate que lleva al pobre hombre de la calle a quedar librado explícitamente al campo de la interpretación. ¿Cómo esperar que este hombre no se oponga? ¿Cómo no esperar que se crispe aún más? ¿Qué persona no se enoja con las cosas lo liberan a su subjetividad?