jueves, 11 de diciembre de 2008

Un desvarío a modo de bienvenida...

En las escrituras se encuentran almacenados proverbios y sentencias de Salomón, así como parte de su historia... de hecho hay un pequeño fragmento (1° Reyes 4: 32-33) donde se registra que el sabio rey pronunció tres mil proverbios y compuso cinco mil poemas. También se nos hace saber, y esto es más asombroso, que habló también acerca de las plantas, incluso de aquellas hierbas que crecen en la pared.
Yo lo que pretendo aquí, es que imitemos a Salomón, que dirijamos nuestra inteligencia hacia la moral,la historia, la poesía, y también hacia aquellas cosas que puedan parecernos insignificantes en un principio: economía, arte, literatura, identidad nacional, hierbas que crecen en la pared, etc... Es un invitación a pensar.
Pero, invitar a pensar también implica una invitación a usar el lenguaje; aquel lenguaje que con su pensar traza surcos en el ser... aquel lenguaje que nos permite cumplir el imperativo de nombrar las criaturas que están delante nuestro...
Pero frente a esta invitación, la respuesta puede también ser silenciosa; Quizás todos los que lean esto sean consientes de una contra conducta que es mucho más sutil y subversiva: quizás sepan que el silencio subvierte los órdenes... deja en evidencia lo artificial de las construcciones humanas.. y el hombre queda en silencio frente a la naturaleza y la realidad unificada, sin aberturas por las cuales injertarse. Queda el hombre con el mandato de proferir palabra para nombrar los elementos del Edén, y el silencio da lugar a la Palabra que nombra al hombre, y que no procede del hombre sino de su creador... el silencio deja en evidencia que el hombre no nombra al hombre. Si no que el Creador da el nombre al hombre...

Cómo dije antes, esto es (aunque ya no lo parezca) una invitación a pensar...

Pensar ni consuela ni hace feliz. Pensar se arrastra lánguidamente como una perversión; pensar se repite con aplicación sobre un teatro; pensar se echa de golpe fuera del cubilete de los dados. Y cuando el azar, el teatroy la perversión entran en resonancia, cuando el azar quiere que entre los tres haya resonancia, entonces el pensamiento es un trance; y entonces vale la pena pensar. Michel Foucault

Odiseo Blabla (Ulises)

4 escritos apócrifos:

clari dijo...

Wow...qué buen comienzo no? Te despachaste con filosofía pura y dejaste a uno de los mejores filósofos del siglo XX: M. Foucault (a quien admiro profundamente).

Muy lindo diseño del blog, enhorabuena chaval! jajaja. Besos.

soledad barro dijo...

mmmmmm
y que poner?? supongo que primero tendria que felicitarte y decirte que sigas adelante con este proyecto!!
no dejes caer este blog...
nos vemos

danni. dijo...

No sé si decir "Bienvenido a la blogósfera", porque creo que ya llevas bastante tiempo en ella. Bienvenido igual!

Anitlunia dijo...

Tranquilo, estoy intentando levantar el foro, aun me falta cosas por diseñar... ya he acabado los rangos, si tienes mas ideas para el foro comentalo por favor en el apartado de sugerencias


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