No tengo celular. Todos mis amigos lo tienen, todos mis compañeros lo tienen y todos mi parientes (¡Hasta mis abuelos!) lo tienen. Todo el mundo tiene celular. A propósitos de esto he recibido frases como "sos la primera persona que conozco sin celular", o "¿que clase de vida es esa donde tenés Internet en tu casa pero no celular?
Debo confesar que a menudo he sentido la tentación de comprarme uno, es incómodo no enterarse de las reuniones de amigo y todas esas cosas que antes se improvisaban con un margen de horas y ahora se arman en un lapso de minutos (vía mensaje de texto)... inexorablemente quedo aislado salvo cuando un alma caritativa me llama a mi casa, y con una voz apagada (el celular tiene mala "acústica") me informa de la reunión. Debido a esto a menudo siento la tentación de comprarme un celular. Al principio combatía estas ganas invocando una frase atribuída (sospecho que apócrifamente) a Umberto Eco:
Sin embargo, con el correr del tiempo, el efecto de esta frase se diluyó. Al punto tal que hasta hace un par de semanas estaba dispuesto a comprarme un celular apenas tuviese la plata suficiente... pero entonces, mi padre volvió de la feria del libro con Macanudo3, el libro del dibujante Liniers... y allí encontré este genial chiste....
Repuesto de la tentación, recuerdo que sin celular no estoy incomunicado. Simplemente me hace un poquito más impredecible (y diferente) que el resto (aunque no tanto)...
Debo confesar que a menudo he sentido la tentación de comprarme uno, es incómodo no enterarse de las reuniones de amigo y todas esas cosas que antes se improvisaban con un margen de horas y ahora se arman en un lapso de minutos (vía mensaje de texto)... inexorablemente quedo aislado salvo cuando un alma caritativa me llama a mi casa, y con una voz apagada (el celular tiene mala "acústica") me informa de la reunión. Debido a esto a menudo siento la tentación de comprarme un celular. Al principio combatía estas ganas invocando una frase atribuída (sospecho que apócrifamente) a Umberto Eco:
"La gente importante no necesita celular"
Cada vez que la repetía, me calmaba y podía seguir mi vida marginal (no tanto) al borde de la telecomunicación.(Empiezo a pensar al celular como un mito moderno, cuya función es crear una subjetividad comunicativa permanente).Sin embargo, con el correr del tiempo, el efecto de esta frase se diluyó. Al punto tal que hasta hace un par de semanas estaba dispuesto a comprarme un celular apenas tuviese la plata suficiente... pero entonces, mi padre volvió de la feria del libro con Macanudo3, el libro del dibujante Liniers... y allí encontré este genial chiste....
Repuesto de la tentación, recuerdo que sin celular no estoy incomunicado. Simplemente me hace un poquito más impredecible (y diferente) que el resto (aunque no tanto)...